jueves, 21 de enero de 2010

Del Photoshop y Otros Demonios

En noviembre de 1971, durante una entrevista por demás bochornosa realizada por Jacobo Zabludovski, Salvador Dalí dijo: “… la diferencia entre la fotografía y la pintura es, precisamente, que la fotografía está realizada por un ojo mecánico, completamente mediocre, fabricado en Japón o en Cleveland, o en cualquier sitio. Y en cambio, una pintura está realizada a través de un ojo cuasi divino, creado por Dios”. La opinión de Dalí seguramente fuera compartida por una gran cantidad de pintores de su época (probablemente algunos más recientes también lo piensen). Dicha antipatía puede ser equiparable al rechazo que muchos fotógrafos actualmente manifiestan en contra de la manipulación digital de los fotogramas.

Sin embargo, con el paso del tiempo y gracias al trabajo de fotógrafos como Gertrude Käsebier, Edward Steichen o Misha Gordin, la fotografía consiguió consolidarse como una de las manifestaciones artísticas más importantes de la actualidad. Así también, muchas personas están tratando en flagrante (consciente o inconscientemente), de hacer de la manipulación digital una expresión artística más. No sería de sorprender, pues, que los Luis Montemayor de hoy, sean los Alfred Stieglitz del mañana.

No obstante, el problema más importante que enfrentan estos artistas, probablemente sea la gran cantidad de usuarios de software para manipulación de imágenes, que no tienen el conocimiento necesario para utilizarlo, pero que publican en sitios gratuitos de internet montones de imágenes mal retocadas, que finalmente sólo demeritan el trabajo y el esfuerzo de los que verdaderamente conocen la profesión. Cierto, muchos subimos nuestras fotos alegremente (algunas también retocadas) sin ser profesionales y nadie puede decirnos que está mal, porque no lo está. Incluso, el hecho per se de subir fotos mal retocadas no está mal tampoco. Pero no se piense que me estoy contradiciendo, los problemas a los que hago referencia son: la ingenuidad y la malicia.

La ingenuidad es un problema porque quien lo padece no se da cuenta de ello, y es promovido por la facilidad para publicar que representa el internet. Creer que uno fue quien editó la foto, cuando en realidad sólo se aplicaron los ajustes automáticos, es como creer que con sólo silbarle una tonadas a un músico para que escriba las partituras, ya se es orquestador (para ello no tengo una mejor analogía que la del famoso burro que tocó la flauta). Pero la cuestión no es sólo ésta, sino también la de creer que se es buen fotógrafo o un buen retocador, cuando se han dejado las fotos con los colores saturados en exceso, con los famosos “altos contrastes” que no dejan ver ningún detalle de textura, o con filtros que dejan las fotos monocromáticas. Puede parecer muy fácil: “enciendes la chompu, abres el fotochoinx y le picas ahí”, pero no lo es (también puede abrirse el procesador de textos y “picarle”, pero no por ello ya se sabe escribir bien). Para saber retocar fotografías también hay que estudiar.

Probablemente el problema de la malicia sea más grave, porque no es un problema de desconocimiento, sino de ética. Decirse fotógrafo y exponer imágenes que han sido retocadas como si no hubieran sido manipuladas, es completamente reprobable. Peor aún es decir que se realizó un “ligero retoque” o que “sólo se movió el contraste”, cuando en realidad se modificó también el equilibrio de colores, la profundidad de campo, se eliminaron imperfecciones de una persona en un retrato, se cambió el encuadre, etc. Es más vil porque el engaño es doble: es darse aires de honesto sin serlo y decir al mismo tiempo que se es mejor fotógrafo de lo que en verdad se es.

Lo correcto es, sencillamente, decir que se ha retocado una imagen cuando se haya hecho. Es lo correcto porque no sólo se está siendo honesto, sino que además se está promoviendo el uso del software de manipulación de imagen (como en su momento los miembros de Photo-session hicieron por la fotografía), como una forma más de crear, de hacer arte.

lunes, 21 de diciembre de 2009

¿Convenciones de Comics... ?

Toda persona en la que haya un mínimo de espíritu friki, ha asistido a alguna convención de comics, yo no soy la excepción. No es que haya asistido a muchas, pero las pocas a las que he ido no han dejado en mí el menor interés por asistir a más. La razón es muy simple, si bien soy una persona friki, también soy científico, y como tal tengo una clara noción de lo que implica el concepto de "convención", mismo que no tiene nada que ver con lo que se ha tenido a mal llamar "convención de comics".

El concepto sencillamente ha sido corrompido. Según el diccionario de la Real Academia Española de la lengua, convención significa "Reunión general de un partido político o de una agrupación de otro carácter, para fijar programas, elegir candidatos o resolver otros asuntos". En un sentido más laxo, podría entenderse como convención, que un montón de gentes se reúnen para tratar un tema en particular (definición que se parece más a las encontradas en diccionarios de menor impacto). Sin embargo, en el mercado dirigido al friki este concepto ha sido transformado de manera extraordinaria por algunos organizadores de esta clase de eventos. Pero me estoy adelantando.

Pensemos primero en una convención científica, digamos un congreso. Cualquier asistente se encontrará con que hay un área dedicada a la exposición oral de las investigaciones más recientes relacionadas con el tema del que trata la convención. Además de otra área para exponer carteles con el mismo fin. Se trata en gran medida de un punto de encuentro, en el cual pueden establecerse contactos, o sencillamente preguntar las dudas que se tengan directamente a los autores de diversos trabajos de investigación. En una convención científica, le es posible a los asistentes ponerse al día sobre los temas que le son más relevantes, discutir puntos de vista, o proponer soluciones a problemas científicos particulares, que incluso pueden tener repercusión en el nivel político y de desarrollo social.

Pensemos ahora en una "convención de comics". Lo que encontraremos es, básicamente, un tianguis. Pero no sólo eso, sino que es un tianguis en el que, pese al nombre que pueda llegar a ostentar el evento, lo que menos se venden son comics. Lo que más se va a encontrar son series de animación japonesa, artículos publicitarios de las mismas, o souvenires. No quiero que se entienda que tengo algo en contra de la animación japonesa, sencillamente enfatizo el hecho de que el concepto actual ya no se apega a lo que originalmente debiera ser. En otras palabras ¿Por qué decir que es una convención de comics, si la intención del evento es vender anime, no es más honesto llamarles "Gran Venta de Anime" o algo por el estilo? Esto puede parecer trivial, pero lo cierto es que la forma como hasta ahora se le ha denominado a esta clase de eventos genera expectativas que no se ven cumplidas, lo cual es importante, considerando que el ingreso a los mismos no es gratuito.

Pero no hay que perder la objetividad, una convención de comics no consiste exclusivamente de una vendimia, también hay exponentes... o al menos esa es la idea. Lo que en realidad ocurre es que algún sujeto, de estos que se creen los paladines del comic mexicano, se para en el escenario a decir pestes de las personas que los están escuchando. Por ejemplo, que todos los asistentes tienen poco criterio, o que son unos traidores por consumir manga o anime en vez comic nacional, o que ya no es como antes, cuando se consumían productos evidentemente mexicanos como Estar Guars, Espaider Man o Equis Men (y sí, algo así me tocó escuchar en una convención, sólo agregué unos títulos para darle más ponch). O bien, podemos escuchar a algún actor de doblaje que, al igual que los moneros mexicanos, se para a quejarse del público, por ejemplo, diciendo que son unas lacras por ir a ver la película de los simpsons con los nuevos doblajes, en vez de no verla y apoyar al elenco original.

Es cierto que esto último no siempre ocurre, ocasionalmente sí se para un fulano a decir cosas sensatas. Por ejemplo, en alguna ocasión me tocó ver a Enzo Fortuny, que si bien personalmente no me cae nada bien, debo reconocer que su ponencia fue bastante didáctica, bien preparada, y la audiencia la aceptó con bastante agrado (yo incluido). Sin embargo, este tipo de ponencias son la excepción y no la regla.

Otro evento común en las convenciones, es el concurso de cosplay. Para quienes no saben qué es esto, pues sencillamente se trata de una actividad muy popular que consiste en caracterizarse de un personaje de alguna serie animada, comic o similares, e interpretarlo. Los concursos de cosplay suelen ser bastante llamativos y por lo regular son "la gran atracción" en una convención de comics. Sin embargo, hay que decir que por lo regular están sobrevalorados. No me refiero, a que no sea un espectáculo bastante interesante, ni tampoco pretendo menospreciar esta actividad. Me refiero a que la mayoría de las veces vemos trajes con terrible hechura, performances deplorables, y conductores completamente antipáticos, pero a pesar de esta mala calidad el público queda encantado y se olvida incluso de lo pésimo que pudo haber sido todo el evento, con todo y su vendimia excesivamente cara y sus ponentes amargados.

Pero bueno, ya he hablado bastante mal de las convenciones... es hora de hablar mal de los asistentes. La mayoría de los frikis que van a las convenciones se quejan de lo caro que fue la entrada, de que no les hicieron descuento por llevar cosplay, de que la vendimia fue demasiado cara, de que no había nada que comprar, de que no hubo buenos ponencias, de que el concurso de cosplay estuvo pésimamente organizado, y de que además estuvo arreglado porque no ganó la chica piernudota con el peor traje y que se cayó en medio performance, o de que el ganador era compadre del jurado, de que las 48 horas que estuvieron ahí metidos fueron las más aburridas de su vida, de que es lo mismo de siempre pero que el año anterior estuvo mejor, de que ya no es como la primera... Pero año con año, de manera religiosa, siguen asistiendo; pagan esas entradas demasiado caras, compran esos artículos demasiado ordinarios, escuchan (de lejos porque no les interesa realmente) los ponentes que aborrecen a su audiencia, y participan como público o como participantes en el concurso arreglado y demasiado mal organizado.

Cierto, las convenciones de comics (cuando menos las que se hacen en Aguascalientes, que igual se van de gira por la República) son verdaderamente aborrecibles. Pero la culpa de que esto ocurra es de la gente que, pese a que no les agrada y coinciden conmigo en que dichos eventos tienen una calidad deplorable, siguen asistiendo. Son pocas las personas que, como yo, ya no asisten más a esta clase de eventos, y que año con año nos enteramos de la pésima calidad que mantienen, por los comentarios de terceros. En otras palabras, el público que asiste a las convenciones de comics tiene lo que se merece, por consumir fielmente un producto que no vale la pena. Si queremos una verdadera convención de comics, más nos vale que dejemos de consumir la basura que nos quieren vender estos organizadores.

jueves, 16 de julio de 2009

Un poco sobre fotografía: lightprinting



Últimamente, luego de haber visto el trabajo de grandes fotógrafos como Atton Conrad, Brian Hart o los genios de Lichtfaktor, así como la impresionante colección de Gjon Mili "Picasso: Drawing With Light" (publicada por la revista LIFE), me entró el gusanito de experimentar con esta técnica llamada "lightprinting". Bien, pues he aquí el primer tema de mi blog. Para abordarlo hablaré primero un poco de lo que estos personajes han hecho, y así se comprenderá por qué he estado tratando de aprender esta técnica fotográfica. Luego hablaré, basado en mi propia experiencia, sobre cómo se realiza.

La idea de esta técnica es que en el fotograma se observe un dibujo hecho con una fuente de luz, aunque las posibilidades creativas son paradógicamente inimaginables. Brian Hart es uno de los mejores exponentes del lightprinting; dibujando fotografías con colores increíbles, logra composiciones que van de lo relativamente sobrio a la completa psicodelia. Aquí verás un par de sus fotos.


















Otro buen ejemplo de lo que permite hacer esta técnica puede verse en la colección de "vestuario" hecha por Atton Conrad, siendo todos sus vestidos elaborados con una tela literalmente tejida con hilos de luz.




Lichtfaktor son un grupo de fotógrafos alemanes con vasta experiencia en el uso de luces para dibujar fotografías y video. Jens Heinen, el más reciente miembro del grupo, desarrolló una "linterna" llamada "lightprinter", esta contiene una serie de luces que se encienden y se apagan con cierto orden, lo cual permite escribir textos completos con tan solo hacer un pase de uno a otro lado frente al lente. Pero para qué seguir platicándo de él cuando puedes verlo en acción:




Como siempre lo mejor para el final. Gjon Mili fue uno de los pioneros en el uso de flash eléctrico y luz estroboscópica para elaborar fotos con intenciones más bien artísticas que científicas. Innegablemente que su trabajo ha influenciado directamente la manera de elaborar fotografías, particularmente en lo que se refiere a la concepción del movimiento captado por el lente. Aunque visualmente no es lo más impactante, la maestría de su obra es evidente. He aquí una una de sus más grandes obras, elaborada en conjunto con otro gran genio, Pablo Picasso:





Bueno, ahora la pregunta ¿Y eso cómo se hace? En realidad estas fotos (desde el punto de vista netamente técnico) no son difíciles de realizar, pero se requiere una cámara con control manual para poder manipular la obturación y la apertura del diafragma. En realidad lo complicado es tener la habilidad para poder dibujar en un lienzo invisible, y
eso no es sencillo. La técnica requiere utilizar velocidades de obturación lentas. Dependiendo de cómo se quiere que las líneas queden impresas en la imagen, el diafragma se puede utilizar muy cerrado (para obtener líneas nítidas de luz) o abierto (para obtener líneas difusas). Los valores precisos de apertura de diafragma, velocidad de obturación e ISO, dependen tanto del efecto deseado como de la intensidad de la luz de la locasión. Aquí pongo (finalmente) algo de lo que yo hice, y explico luego cómo logré esta foto.






En esta foto utilicé una cámara compacta (powerShotA630) con opción manual y para pintar las líneas utilicé una lámpara manos libres de cuatro leds blancos y 2 rojos, y la locasión estaba en completa obscuridad. El tiemo de exposición que usé fue de 15'', la razón de ello fue que requería ese tiempo para trazar las líneas con la lámpara y finalmente colocarla en una posición que me iluminara. El diafrágma lo coloqué en f8, para poder obtener líneas nítidas y disminuír la luminosidad al momento de alumbrarme. Dado que el tiempo de exposición fue bastante largo, utilicé ISO 80 para evitar que se sobreexpusiera y disminuír el ruido. Una vez que tuve la foto, le dí una ligera edición, para lograr que la luz blanca se viera en tono púrpura y coloqué la imágen en espejo, ya que, como dije anteriormente lo difícil es trasar las líneas correctamente y por más intentos que hice no consequí dibujar la "D" en un sentido legible.

Espero que con esto también a tí te den ganas de hacer lightprinting.

Saludaquios.


¿Y de qué trata esto?



He visto algunos blogs muy interesantes, por ejemplo, el de mi amigo Ricarcass, en el que habla sobre los comics (acaso sea más apropiado decir "sobre la historia del comic"), o el de mi amiga Selunn, que aborda el tema del cosplay. Sin lugar a dudas me han inspirado para hacer igualmente un blog temático, pero luego de habérmelo pensado mucho, decidí que en realidad son muchos los temas de los que quiciera hablar y siendo yo poseedor de una respetable cantidad de información que en realidad solo sirve para hacer plática en el cafecito o en las borracheras, pues decidí hacer de ello mi tema.


Así pues, este blog es un resumen de datos (probablemente inútiles) que conjuntamente denomino como "La Sabiduría Trivial". Ojalá lo disfrutes y le saques provecho.

Davidzuke